¿Por qué se producen incendios en instalaciones fotovoltaicas?

¿Son habituales los incendios en instalaciones fotovoltaicas? La energía solar fotovoltaica es una de las fuentes de energía más seguras y fiables que existen. Sin embargo, como cualquier sistema eléctrico, no está exenta de riesgos si no se diseña, instala o mantiene correctamente. Uno de los problemas más preocupantes —aunque poco frecuente si se siguen buenas prácticas— es el incendio en instalaciones solares. ¿Por qué ocurre y cómo se puede evitar?

4 factores que producen incendios en instalaciones fotovoltaicas

Uno de los focos más críticos en este tipo de incidentes se encuentra en el lado de corriente continua (DC), es decir, en la parte del sistema que conecta los paneles solares con el inversor. A continuación, abordamos algunos de los errores más habituales que pueden convertirse en un riesgo real:

1. Conectores MC4 sueltos o mal crimpados

Los conectores MC4 son los encargados de unir los cables que transportan la corriente continua. Si están mal ensamblados, sueltos o no compatibles entre sí, pueden generar falsos contactos que provocan arcos eléctricos. Estos arcos son pequeñas descargas que, en condiciones desfavorables, pueden desencadenar un incendio. La instalación debe garantizar que cada conector esté bien crimpado, firmemente ensamblado y que no haya mezclas de marcas o modelos incompatibles.

2. Empalmes sin estanqueidad adecuada

El entorno en el que se instalan los sistemas fotovoltaicos está expuesto a la intemperie: lluvia, humedad, polvo y temperaturas extremas. Si se realizan empalmes sin protegerlos correctamente (por ejemplo, con cajas de conexiones estancas o sellados específicos), la humedad puede entrar en los conductores y provocar corrosión o cortocircuitos con el paso del tiempo. Esto no solo afecta el rendimiento del sistema, sino que puede ser la antesala de un fallo eléctrico grave.

3. Secciones de cable inadecuadas

Utilizar cables con secciones insuficientes para la corriente que deben transportar es otro error grave. Un cable demasiado delgado puede sobrecalentarse fácilmente, especialmente en días de alta radiación solar donde la producción fotovoltaica es máxima. Ese sobrecalentamiento, si se mantiene durante largos periodos, puede deteriorar el aislamiento del cable, generar puntos calientes e incluso prender fuego al aislamiento o a materiales cercanos.

4. Falta de protecciones en el lado DC

A diferencia de la parte de corriente alterna (AC), donde los dispositivos de protección son más comunes y obligatorios, el lado DC a veces se descuida. La instalación debe contar con protecciones adecuadas como fusibles, seccionadores y supresores de sobretensiones para evitar que un fallo se propague por el sistema. Ignorar este punto puede convertir un problema puntual en un daño mucho más grave.

La falta de Desbroce aumenta el riesgo

El riesgo de incendios en instalaciones fotovoltaicas bien diseñada y correctamente instalada es muy bajo. Pero cuando se recortan costes, se improvisa con materiales o se trabaja sin el conocimiento técnico necesario, las probabilidades aumentan.

Además, la falta de desbroce añade otro factor de riesgo que se suma. Descubre aquí, porque es importante Desbrozar para prevenir incendios

En conclusión, es clave contar con instaladores cualificados, seguir las normativas técnicas y realizar mantenimientos periódicos. La seguridad —y la durabilidad del sistema— dependen de estos detalles que, a menudo, no se ven… hasta que es demasiado tarde.

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